En nuestra Clínica Veterinaria atendemos todas aquellas patologías derivadas de enfermedades óseas y articulares, generadas por accidentes, enfermedades de crecimiento, hereditarias o generadas por neoplasias.
Como ya vimos, la Ortopedia Veterinaria tiene que ver con el estudio y tratamiento de las enfermedades que afectan huesos y articulaciones, generalmente, los diagnósticos para las mascotas son obtenidos mediante Radiología, resonancia magnética (RM) y/o tomografía axial computarizada (TAC), las dos últimas técnicas incorporadas hace poco a la práctica veterinaria, y como resultado a las mayores demandas clínicas y/o diagnósticas de las mascotas.
Dado que la mayor parte de las patologías ortopédicas son ocasionadas por accidentes, la especialidad se unió desde hace mucho tiempo a la traumatología, que pretende resolver situaciones que pueden colocar en franco peligro a las mascotas. Cuando hablamos entonces de Ortopedia veterinaria, debemos incluir la palabra traumatología, siendo la acepción más correcta: ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA VETERINARIA.
Dentro los síntomas ortopédicos más comunes que evidencian las mascotas están: la claudicación del (los) miembros afectados, el rehusarse a realizar una actividad (por dolor crónico), inflamación o deformidad del miembro afectado, o inclusive, gritos muy evidentes. Por desgracia, dado que los animales caminan sobre 4 extremidades, algunas veces no es fácil para el propietario determinar el miembro afectado, por lo cual, ante la evidencia de alguno de los anteriores síntomas, lo mejor será acudir de manera pronta al servicio veterinario.
Además de las lesiones comunes por accidentes como lo son: caídas de grandes alturas, principalmente en gatos, o atropellamiento en perros, que derivan en fracturas de cualquiera de los huesos y/o articulaciones de los pacientes. Están las enfermedades derivadas de la información genética de los ejemplares. Enfermedades óseas como el Wobbler, que afecta el raquis de animales gigantes a nivel de vértebras cervicales llegando a causar hasta parálisis de los cuatro miembros; inestabilidades atlantooccipitales
en animales pequeños, con síntomas similares al Wobbler; displasia de cadera y displasia de codo, que se evidencian en muchísimas razas, principalmente en perros sin ningún tipo de selección genética, diferente a los perros obtenidos de cruzas selectivas, donde al criador se le piden pruebas que permitan descartar varias de estas enfermedades. En nuestro país el club que adelanta estos procesos de selección es la Asociación Club Canino Colombiano – ACCC, quienes expiden los pedigrees de los ejemplares que han cumplido con los requerimientos ya comentados.
Estamos en capacidad de diagnosticar y tratar de manera exitosa estas patologías, mediante tratamientos médicos y/o quirúrgicos, además de rehabilitación física que le permita a la mascota recobrar la funcionalidad del (los) miembro (s) que por causa de la enfermedad, se ha perdido.